miércoles, 25 de abril de 2012

Vidriera vintage 2

Sigo juntando... la repisa kitsch no tiene espacio para más huéspedes pero es más fuerte que yo.... Encontré un lugar, bien escondidito en Tacuarí al 900, se llama Volver. ¿Alguien tiene alguna duda de que a voy a volver? Es complicado entrar pero mucho más es salir; en todos los rincones hay algo para distraerse. De allí rescaté la latita de chocolates (que no puede más de tan colorida y divina) y un salerito (en la punta izquierda) que, de tan coqueto, nunca me atrevería a usar como tal. La máquina de coser parece hecha para confeccionarle trajecitos a Peter Pan... y el trompo (con pedigree del Boulevard Sáenz Peña) se asusta cada vez que Julia, mi hija, me lo pide para jugar. Papá decía que todo tiempo pasado fue mejor y en los almuerzos volaban los panes y servilletas para refutarle tal tremendismo pero, cuando miro estas bellezas pienso que algo de razón tiene. Me debo estar haciendo grande.